Es el último día de la vieja biblioteca.
Suena la puerta y entra Matías, el bibliotecario. Varios libros caen al suelo, y de repente un hada comienza a revolotear entre las estanterías. Matías le pregunta de dónde ha salido. Pero los personajes de los libros pierden la memoria cuando salen de sus cuentos. ¿Será Caperucita Roja? ¿O James y las habichuelas mágicas? Quizá sea de la historia del genio de la lámpara...
El bibliotecario irá abriendo muchos de nuestros cuentos favoritos y recorriendo sus aventuras hasta descubrir quién es esa misteriosa hada.
Una historia original que combina los mejores momentos de los cuentos tradicionales. Una obra dinámina que cuenta hasta cinco historias diferentes innovando la forma y la técnica en cada una de ellas. Así tendremos decenas de títeres de todos los tamaños, teatro de sombras y muchos escenarios asombrosos. Y se consigue sumando cercanía y naturalidad que nos transmite el actor a la magia de los títeres. El bibliotecario nos guiará por ese mundo fantástico recreando una bonita metáfora sobre la lectura. Y es que, como los cuentos populares, también el espectáculo tienen moraleja. Parece que ya no es tiempo de hadas o gigantes, ni de bibliotecas. Parece que se olvidaron las aventuras, los héroes y los libros. Parece que ya no existen aquellas espadas que atravesaban la imaginación y la realidad en la misma habitación. Por ello La Tartana se propone crear un puente entre ese mundo fantástico y el nuestro. Se propone intentar que volvamos a despegar desde cualquier sitio, que volvamos a ver el tesoro donde solo hay cuatro piedras o un hermoso gorro cuando solo es de periódico. Propone no dejar que los cuentos y la imaginación desaparezcan.
Y cuando pensemos que la aventura ha terminado, que ya se encienden las luces y hay que volver a casa, siempre podremos abrir un libro...
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