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"Escucha. ¿No me oyes? No entiendes nada. ¿Me comprendes? Deja que te explique. No quiero saber nada. ¿Cuántas veces hemos tenido la misma discusión de pareja con parejas diferentes? Si no somos capacer de llegar a un acuerdo entre dos, ¿cómo esperamos que grupos más amplios de gente se expliquen, se escuchen, se entiendan? De todas formas, hasta que eso no ocurra de forma colectiva, las parejas, antes o después, siempre acabarán discutiendo. Toni y Bea discuten. Desde dentro, esa discusión, esas discusiones, suelen ser de un dramatismo exacerbado, desde fuera acostumbran a ser ridículas y cómicas. En algún momento, pensamos que Chucho era la obra perfecta para verla con cualquiera de tus ex, pero nos pareció un gancho demasiado comercial. Quizás nos tomamos demasiado en serio. Una cosa es segura: al lado de un olivo milenario resultamos insignificantes.
Chucho es una comedia de dos. Una comedia de dos; Toni y Bea y de un ausente; Chucho. Chucho nos habla del amor. Del amor y del desamor, en el concepto más amplio de la palabra.
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